Yin Yoga: el estilo ideal para estirar en esta temporada de frío 2024

Antes que nada, hay que aclarar: no, el Yin Yoga no viene de China. Si llegas a escuchar eso en una clase de yoga, ¡sal de ahí! La realidad, como explica el maestro emérito de Arhanta Yoga Ashrams, Ram Jain, este estilo pasivo está inspirado en la filosofía taoísta, pero nació en Estados Unidos.  Además, añade el especialista en escrituras védicas, esta “práctica está profundamente arraigada en la antigua tradición del Hatha Yoga Clásico.

Para entender más a fondo cómo se vive la práctica de Yin en la actualidad, hablamos con Miroslava Valadez, maestra de yoga que imparte esta clase en varios estudios de la CDMX. Con más de 2000 horas de enseñanza en éste y otros estilos, sabe que el Yin busca “cultivar una energía más femenina, fría, pasiva y estable”. En entrevista exclusiva con Fitpass México, esto fue lo que nos dijo al respecto.

 

¿Cuál es la función del Yin Yoga?

“A diferencia de las prácticas más energéticas o con energía Yang”, explica Valadez, al practicar Yin “se busca equilibrar el día a día […] con energía más fría.” Por esta razón, en una clase de este estilo es común que permanezcamos varios minutos en una postura. Generalmente, se apunta a entre 3 y 10 minutos en cada una. Esto no quiere decir, sin embargo, no se esté trabajando. 

Por el contrario, “[…] al tener una práctica más pasiva,” señala la especialista, “buscamos trabajar con la fascia, ligamentos, huesos, articulaciones”. Como el movimiento físico es mínimo, los efectos se ven a largo plazo: poco a poco, se busca recuperar la movilidad natural del cuerpo, que el estilo de vida sedentario obstaculiza. 

Por la misma razón, es común que la práctica de Yin pueda ser algo incómoda: además de que permanecer en una misma postura puede ser cansado, el encuentro con el silencio interior tiende a ser retador para las y los practicantes. Quizás ésa es la parte más desafiante. Para el plano físico, sin embargo, siempre hay alternativas para que la experiencia sea más disfrutable.

 

⁠⁠¿Qué son los props y por qué se usan tanto en este estilo de yoga?

Como decíamos, cuando la práctica de yoga empezó a diseminarse en Occidente (allá por la década de los 60), las personas de este lado del mundo tuvieron que adaptar las posturas a las limitaciones de sus cuerpos. Muchos de los practicantes occidentales, por más constantes que fueran, no tenían —ni tenemos— esta práctica integrada a la memoria muscular ni articular. Fue entonces que se inventaron los props.

Los ‘props’ o ‘aditamentos de yoga’ se entienden como ‘extensiones del cuerpo’. Es decir que, si no alcanzas tus pies con las manos, puedes colocar un cinturón sobre los metatarsos, para que sea más sencillo llegar a la postura que necesitas. Cobijas, cojines, cintas, pelotas: todos estos son props comunes, que seguramente has visto en los estudios si practicas yoga. La intención de estos aditamentos no es forzar al cuerpo, sino hacer que la práctica sea más accesible a las necesidades de cada quién.

Según la experiencia de Miroslava, estos accesorios “nos ayudan a entrar más profundo en posturas”. Y no sólo eso: facilitan el acceso a las posturas “en caso de lesiones o falta de flexibilidad o fuerza, para poder sostenernos más tiempo sin lastimarnos”. Por eso, reconoce la maestra, el Yin es un “estilo muy amable para principiantes”. 

 

⁠⁠Si nunca he practicado Yin pero me da curiosidad, ¿cómo me acerco a este estilo?

Valdría la pena resaltar que el Yin y el Restaurativo son estilos diferentes. Aunque ambos se desarrollaron en Occidente, tienen objetivos muy distintos. Como decíamos, en el Yin Yoga nos quedamos varios minutos en la postura, de manera que el trabajo se sienta de una maenra pasiva. Particularmente, en la fascia. 

En el yoga Restaurativo, sin embargo, ésta no es la regla. Por medio de masajes y movimiento articular consciente, se busca “controlar estrés, lesiones, dolor y trabajar con el sistema nervioso”, detalla Valadez. El enfoque está más bien en liberar tensión de los músculos y articulaciones. Ambos estilos tienen en común el uso de props, el trabajo profundo de la propiocepción y la respiración como motor del movimiento. 

Con esto en mente, si nunca has entrado a una clase de Yin, Miroslava Valadez recomienda “darnos una oportunidad para  probar este estilo de yoga”. Sobre todo, porque puede ser un muy buen “complemento para tu práctica dinámica u otras actividades que realices”. En ocasiones, sólo podemos profundizar en la práctica por medio de la pausa. Más allá de las acrobacias, los estudios de moda o la ropa que acompañe tu práctica, ahí está el verdadero yoga.

 

Viridiana Miroslava Valadez es psicóloga egresada de la Universidad de Londres. Está certificada en diversos estilos, como Vinyasa, Yin, Restaurativo, Air yoga y Rocket, y actualmente cuenta con más de 2000 horas de enseñanza. Actualmente imparte clases de yoga en diversos estudios de la CDMX, como Bodai Yoga, siempre en búsqueda del equilibrio entre cuerpo, alma y mente.

Acerca de Fitpass 

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Por: Andrea Fischer

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Andrea Fischer realizó su certificación de 200h en la sede holandesa Arhanta Yoga Ashrams. Con más de 10 años de práctica personal, fundó Bodai Yoga (@bodaiyoga): un estudio boutique en la CDMX, en enero de 2022. Desde entonces, el espacio es partner de Fitpass. Ha sido editora de National Geographic en EspañolMuy Interesante México, y colabora para distintos medios globales.