Rocket Yoga: el estilo ideal para entrar en calor esta temporada de frío

Larry Schultz estaba incómodo. Después de años de práctica en la ciudad de Mysore junto a su maestro, Sri K. Pattabhi Jois, conocía perfectamente las seis series de Ashtanga Vinyasa yoga, un estilo que había diseñado desde cero para introducir la práctica de asanas a Occidente. Rígida, exigente y muchas veces inacccesible para todo tipo de cuerpos, estas secuencias se convirtieron en un aspiracional para practicantes en Europa y Estados Unidos, y posteriormente alrededor del mundo.

A diferencia de otros estilos de yoga, creados originalmente en India, el Ashtanga se popularizó por los ajustes que, según escribe la periodista Katherine Rosman  para The New York Times, es “la manera en que los maestros de yoga manipulan físicamente el cuerpo del alumno”. A pesar de los tocamientos innecesarios, que muchas veces involucraban pegar todo el cuerpo del maestro al practicante, nadie se atrevía a desafiar a Jois o a su familia, a quienes había instruido en su método como el único existente.

Después de varios señalamientos de acoso sexual, Schultz quiso desprenderse de la tradición ashtangui, que había aprendido en Mysore casi una década.  Fue entonces, que decidió modificar algunas de las series intocables de Jois —y Larry Schultz se convirtió en el ‘chico malo del Ashtanga’. Así fue como se creó el Rocket Yoga en los años 80. Con respecto a cómo se practica hoy en día, el maestro Ernesto Ruíz nos explica de qué van las series, y porqué sí se pueden adaptar a una gama más amplia de practicantes.

¿Qué es el Rocket Yoga y cómo se diferencia del Ashtanga Vinyasa?

Ernesto Ruíz se acercó a la práctica de yoga en 2014. Desde entonces, explica en entrevista con Fitpass México, el “Ashtanga vinyasa Yoga fue el que más me atrapó”, y el que finalmente lo llevó a probar otros estilos retadores.  Fue así, también, como entró en contacto con el Rocket, que practicó durante varios años “por ser tan dinámico y vigoroso”, pero también, “tan accesible”. Después de años de práctica, decidió certificarse en este estilo de yoga contemporáneo

Dado que Larry Schultz fue un practicante y maestro estadounidense, podría decirse que éste es el primer estilo de yoga creado en Occidente para occidentales. Creado en San Francisco, en la península estadounidense de California, explica Ernesto, el Rocket Yoga es “el hijo” del Ashtanga, especifica el especialista, “con todos sus beneficios pero sin ser tan estricto en el método”.  Rápidamente se popularizó porque, a pesar de requerir destreza física, le permite “la libertad al practicante y al maestro de hacerlo a su manera, a su tiempo, a su espacio”. 

A diferencia de la tradición de Jois, el Rocket “promueve que cada practicante adapte la práctica a su propio nivel, sin necesidad de seguir estrictamente un orden establecido”. Ambos estilos comparten varias secuencias establecidas, que los practicantes siguen según las va dictando el maestro. Sin embargo, quienes guían una clase de Rocket tienen la posibilidad de añadir o sustraer posturas en clase, según la necesidad de sus alumnxs. 

¿Qué lo hace diferente a otras clases de vinyasa?

El Rocket Yoga recibe su nombre, de acuerdo con Ruíz, de que “este estilo ayuda a los practicantes a progresar rápidamente en fuerza, flexibilidad y equilibrio”. El Ashtanga vinyasa, aunque vigoroso, se practica lento, con la intención de sostener las posturas durante varias respiraciones. En el estilo de Schultz eso no importa tanto: se apuesta más por la acrobacia, y el foco está en las transiciones entre postura y postura.

En algunos estudios de yoga, explica Ernesto Ruíz, puedes encontrar este estilo como ‘Ashtanga modificado’ o ‘Ashtanga progresivo’. En otros, sencillamente puedes buscarlo como ‘Rocket’. Todas las opciones están disponibles en tu app de Fitpass, pero recuerda reservar con tiempo ya que, como está muy de moda hoy en día, generalmente los lugares se acaban. 

Después de años de enseñar activamente éste y otros estilos demandantes de práctica, piensa que ésta es “una práctica ideal para quienes buscan energía, creatividad y un enfoque menos rígido del yoga tradicional [de Pattabhi Jois]”, concluye el especialista.

Acerca de Fitpass 

Fitpass es una empresa mexicana constituida en 2015. Busca mejorar los hábitos de nuestra sociedad a través de sus plataformas: App, página web, blog, tienda en línea y estrategias digitales. Ofreciendo así el mejor producto y experiencia para sus usuarios, studios boutique, centros, gimnasios y marcas aliadas, con el objetivo principal de apoyar y crecer la industria de fitness en México y LATAM.

Por: Andrea Fischer

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Andrea Fischer realizó su certificación de 200h en la sede holandesa Arhanta Yoga Ashrams. Con más de 10 años de práctica personal, fundó Bodai Yoga (@bodaiyoga): un estudio boutique en la CDMX, en enero de 2022. Desde entonces, el espacio es partner de Fitpass. Ha sido editora de National Geographic en EspañolMuy Interesante México, y colabora para distintos medios globales.

Andrea Guzmán García-Luna es instructora de yoga con más de 400 horas de estudio. Cuenta con especialidades en Vinyasa, Yin Yoga, Aero Yoga, Anatomía y Biomecánica, Back Mitra y Restaurativo y Terapéutico. Practicante desde hace más de 10 años y apasionada del movimiento consciente, su proyecto ‘Autocuidado Yoga’ busca acercar a los y las alumnas al mundo del yoga desde la conciencia anatómica y restaurativa. Actualmente imparte clases en Bodai Yoga y otros estudios de la CDMX