¿Las grasas nos hacen subir de peso?

Grasa se ha convertido en una de las palabras más temidas ya que estamos acostumbrados a asociarla con exceso de peso, exceso de grasa, calorías, etc… Sin embargo, algo que muchos desconocen es que las grasas lejos de ser dañinas son necesarias para nuestro cuerpo y no necesariamente representan un aumento de peso. Te contamos más para que dejes de sacarlas de tu dieta y sepas identificarlas.

Si existe algo que nos encanta es romper con los mitos más comunes sobre la alimentación y el ejercicio, uno de ellos gira en torno a las grasas.

Las grasas, son compuestos orgánicos que se encuentran en grandes cantidades tanto en el reino animal como en el vegetal. Son en esencia los alimentos que de inmediato nos proporcionan una mayor sensación de saciedad a causa de su larga permanencia en el estómago.

¿Porqué nos quitan la ansiedad y nos generan sensación de saciedad? Cuando las grasas empiezan a pasar del estómago a la primera porción del intestino delgado, se produce una hormona que retrasa el vaciamiento gástrico y como resultado disminuye la sensación de hambre. Es por eso que cuando comemos un platillo muy grasoso experimentamos una sensación de pesadez.

Sin embargo, su presencia en nuestra dieta diaria es crucial, un consumo moderado y específico de grasas saludables nos traerá excelentes resultados. Por lo que debemos saber identificar a las grasas saludables de las no tan saludables, para que comamos aquellos alimentos que nos generan la misma sensación de saciedad pero positivamente.

Algunas de funciones de las grasas en nuestro organismo:

Ahora bien, es importante mencionar que los tipos de grasa que debemos consumir son los de la familia omega-6 y omega-3, que son conocidas como “grasas buenas” o insaturadas:

Por estas y muchas razones no debemos tener miedo a las grasas y mucho menos eliminarlas de nuestra dieta, siempre y cuando pertenezcan al grupo de las grasas saludables y se emparejen de acuerdo a nuestras condiciones de salud y rutina diaria.

Recuerda que las grasas saturadas o no saludables en un consumo excesivo, evidentemente pueden resultar dañinas a mediano y largo plazo para la salud. Provocando consecuencias graves como aumento de peso, enfermedades cardiovasculares, problemas en arterias, colesterol y triglicéridos elevados en sangre, entre otras enfermedades metabólicas.

No olvides que el consumo de cualquier alimento debe de realizarse con moderación y en las porciones adecuadas para tu cuerpo. Recuerda que una dieta balanceada y un cuerpo saludable se fortalecen con alimentación y ejercicio.